
El Sony DV-2400, conocido como el Portapak, fue presentado en 1967. Toda una innovación de Sony que se lanzaba en dos piezas (cámara y unidad de grabación), siendo un equipo de filmación realmente portátil. Era común que el peso se repartiese entre dos personas, aunque una solo podía llevarlo haciendo más esfuerzo.

En los 70, de nuevo la firma japonesa Sony, anunció el U-Matic, precurso del videocasset, y (más tarde) el sistema de grabación Betamax, mientras que JVC anunció el famoso VHS. En los 80 fueron desarrollados y el VHS se impuso a las cámaras Betamovie y el formato Betamax, que dejó de producirse en 1986. En los años siguientes, se mejoraría la calidad de los formatos.

Se ha dicho que fue el porno el que decantó esta balanza, ya que la industria pornográfica se lanzó a usar VHS y en cambio Sony hizo gala del puritarismo japonés, pero no habría que olvidar la razón que casi siempre lo explica todo: la económica. Adquirir una cámara Betamax daba un resultado de calidad superior, pero un coste también muy superior.
En los 90, llegó el formato digital, que acabaría por imponerse hegemónicamente en los inicios del Siglo 21. La calidad de la imagen con la era digital doblaba a la del VHS. Además, la grabación en formato digital permite la transmisión al ordenador para su edición.
